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Una rápida comparativa entre una pareja tóxica y un cliente tóxico.

  1. Relación de pareja tóxica:
    • Imagina una relación súper tóxica, ¿sabes? Donde uno de los dos manipula, insulta, controla y no tiene ni pizca de respeto por el otro.
    • La comunicación es como una guerra constante, siempre hay discusiones a todo volumen y nadie se pone en los zapatos del otro.
    • Hay un desequilibrio tremendo de poder, una persona tiene el control total y el otro vive con miedo y desconfianza constante.
    • Estas relaciones son tan agotadoras emocionalmente, te dejan con la autoestima por el suelo y tu salud mental pide auxilio.
  2. Cliente de una empresa tóxico:
    • Ahora, imagina a un cliente tóxico en una empresa, ¡súper exigente y sin sentido común! Es como si quisiera hacer enojar a todo el mundo.
    • La comunicación con este cliente es como un huracán de negatividad y agresividad. El equipo de la empresa vive en un ambiente tenso y estresante.
    • Este cliente tóxico te pide cosas sin sentido, cambia las reglas del juego todo el tiempo o simplemente no cumple con lo que acordaron.
    • La verdad, tener a un cliente así puede hacer que el equipo de trabajo se sienta fatal, baja la moral y la productividad, ¡es un ambiente laboral de pesadilla!

En ambos casos, ya sea en una relación de pareja tóxica o con un cliente de empresa tóxico, hay un desequilibrio en el poder y una dinámica negativa que afecta la felicidad y el bienestar de las personas involucradas.